Lo fundamental para entregar una buena programación cultural, es definir bien los objetivos y detallar claramente las actividades a realizar y cuales son sus requisitos para la puesta en marcha y buen funcionamiento posterior. No debemos perdernos en la filosofía del arte, ni en las zonas transitadas y no transitadas, eso ha sido estudio de un análisis previo, que no tiene porqué figurar en el proyecto de la programación cultural, igual que ningún arquitecto incluye en su proyecto el análisis previo que hace del entorno, cuando va a realizar una obra de nueva construcción.
Un programa cultural se debe diseñar pensando en que el comisario o gestor cultural no va a estar presente dirigiendo las distintas actividades, por tanto debe estar todo expresado pormenorizada y rigurosamente detallado. Como si de un plano de obras se tratase, para que los oficiales y peones puedan trabajar sin que el arquitecto esté presente en el desarrollo de la obra.
Y fundamental también es ser conciso, claro y breve en las explicaciones. Nadie se leerá un proyecto de cualquier programación cultural que supere los diez folios. ...Se llevan en la mesa de los directores años, hasta que un periquito interesado y con acceso directo viene, se lo cuenta, y le evita el tener que leerselo,..., que no se lo iba a leer nunca...porque nunca hay tiempo para nada extra...pero si llega un proyectito, bien estructurado, con pocos folios, un buen índice, unos gráficos claros y un título muy sugerente...entra a "ojear" y...YA ES NUESTRO. No hay presupuesto que se resista a un programa cultural, divertido, creativo, novedoso y fácil de leer.
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